Sobre el Destino

El Destino mide como 1.70 de altura, es ambidiestro y vive al lado mío. Algunos días pasa frente a mi casa, a veces me lo encuentro caminando, no le gusta ir en micro, el Destino es callado, silencioso y hasta a veces insoportable, al parecer nunca le caí bien del todo, siempre tomabamos rumbos distintos, yo era obsesivo por los detalles, él era desordenado y caótico; yo era un masoquista depresivo, él era un manipulador compulsivo; yo soy agnóstico, el fanático religioso. Pero no es una mala persona por más que me cueste creer en él.