21 jul 2009

Fuga

Por un maldito resfriado, tuvo que volver a eso pasillos, viejos y roídos por el tiempo. Siempre encontró deprimente esas habitaciones llenas de camillas y gente, más de lo último que lo anterior. Trato de evitar toda sus vida entrar a esas habitaciones, pero más de un invierno hizo que volviera a ellas. Nunca le gustaron los hospitales, un cuadro de estrés hizo que regresara, asumido todo esto no importo cuan gris fuera todo, después de una corta inspección, corriste y el color de los pasillos cambiaste, dejaste atrás miles de doctores, sorteaste miles de obstáculos, camillas, puertas ascensores, y como si nada saliste afuera, para bien o para mal, triunfante y aún con la bata de hospital puesta, saltabas por el pasto como si nada, dejaste atrás a los médicos que cansados de tanta persecución se dejaron vencer y tú lejos ya, riéndote de la enfermedad, terminando en tu cama otra vez, a salvo, todo era psicológico.

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