24 ago 2009

Defensa del caído

¡Qué saben de la vida!
Por qué os importa tanto a vosotros
que deambule por los obscuros caminos,

Cuando ha sido realmente importante
aquel valor vulgar y distorsionado,

No soy más que un pendejo,
un estúpido, un masoquista,
No soy más que eso.

¡Vamos pregunten!
¡A qué le tenéis miedo!
A mis palabras,
a que éstas derrumben tus fundamentos,
A mis lamentos carentes de tiempo,
a que éstos destruyan tus alientos.

¿Qué hay después de la nada?
¿Qué sería de House sin su cojera?
Terminaría toda su genialidad.
Qué saco con hacerme falsas esperanzas
si la realidad dice otra cosa
y al final es lo mismo

Cuantas bostezos he fingido
para apaciguar ese acto físico
lágrimas que cayeron bajo su propio peso
y que no pudieron retenerse

¿Qué deciros?
Que deje de pensar en mi mismo,
¡¿Cuando he pensado en mi, maldita sea!?
¿Cuando?

Puede que lo necesite después de todo,
pero no más que a ti.
Sin ese dolor, tú rechazo
no puedo expandir mis sentidos
no puedo ser lo que soy perdiría todo eso.

Déjenme solo, largaos de aquí,
que solamente así puedo abrir mis ojos
y ver más claro el mundo,
más claro que cualquiera de vosotros.

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