28 ago 2009

Poema I

Y aquí estoy
en estos siniestros ministerios, buscando refugio en esta lluvia
buscandote con la mirada

Sentado y vivo,
más despierto de muerto,
más parado que dormido

Esperando la inevitable verdad
de tus pies tardíos
tus ojos profanos.

Lejos ya del ruido material,
la mortal rutina,
los altos edificios con figuras aladas.

Y ahí estas tú,
tan cambiante como siempre,
acercandote a mi, calmada y despierta.

Ya a mi lado,
sentada y viva,
Despierta y conciente de esa inevitable verdad.

Y entonces ya no se hacen necesarias las palabras,
las sonrisas falsas,
los idiomas perfectos.

El cielo anaranjado,
nos obliga a sonreírnos el uno al otro
y poco a poco las palabras comenzaron a salir de nuestras respectivas bocas.

Nuestras vidas nunca se cruzaron,
nunca caminamos del mismo lado
ni pensamos en este encuentro volvería a ocurrir.

Sería tan fácil fingir que este encuentro volvería ha ocurrir.
que seguimos caminando el resto del viaje,
cada uno absorto en sus pensamientos y más de algún momento en el del otro.

Las estatuas de los héroes mojados por la lluvia siguen allíucha
observando y eschando el suave susurro de tu voz, sin voz
los gritos sordos de los falsos dioses.

La vida continua y el tiempo pasa, llega la cruel despedida
nos miramos un rato y nos despedimos, esperando volver a vernos,
después de todo, estabamos vivos.

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