28 ene 2010

Another story about innecesary travels

Quedarme encerrado en esas cuatro paredes no era una opción, y salir con esta calor, un suicidio, pero no hay nada en la fuckin' tv y no he salido en días, mi salud mental peligra, no necesité demasiadas excusas para salir, caminar por esta ciudad ya no es lo mismo, Santiago parece vaciarse o al menos eso pareciese, es demasiado temprano para ir a despertar a alguien, hasta para mí es temprano, espero tener la carga suficiente para deshacerme de gran parte del día, camino y camino y por más que quiero no encuentro ni un lugar donde echarme a escribir, por más que intento escribir, no sale nada de estos lugares, podría estar horas acostado en el pasto, evitando a los idiotas manoseandose en las bancas, contemplando lo raro que es el color verde en esta ciudad, pero no, prefiero el metro, tendre que pagar obligado cuatrocientos chilean pesos para al menos escribir literatura decente, no importa la estación o la dirección, es fácil reconciliarse con la ciudad, y el constante reciclaje de personas aporta descripciones fluidas, me siento en el suelo y luego de sortear unas cuantas miradas, empiezo a acumular ideas, más bien personajes, hay un loco con una polera de metallica enfrente, un hombre con facha de empresario, una joven con una mochila con chapitas anime, en fin, cualquier cosa que pueda encerrar una buena historia, odio los relatos autobiograficos pero ciertamente es imposible escribir sin que el maldito subconciente te guíe, poniendo locaciones y carácteres un tanto conocidos, el metro esta casi vacío, no hay nada que salte de lo cotidiano, personas leyendo libros de autoayuda, uno que otro con cara de descontento viajando a su trabajo, igual es temprano como para que suceda algo, entonces algo digno de escribir, un joven con cara de sueño sosteniendo lo que al parecer es un pastel, lo acompaña otra joven un tanto más alta que él con cara de venir de un gran reto, eso si que es extraño pero creo que puede serme útil, distorsionar la realidad al menos por un momento me permite olvidarme de lo aburrido que es quedarse en Santiago, seguire vagando, hasta encontrar algo interesante o encontrarme con alguien, lo que ocurra primero total, Santiago no es tan grande después de todo.

No hay comentarios: