2 sept 2009

Sin Título (Capítulo II)

-Y a donde vamos, entonces-dijo ella.
-Mmm...no sé.
Bajaban las escaleras, parece que volvería a llover, por fin él tenía las pastillas en su poder, definitivamente no quería que volviera a pasar lo de la última vez. De seguro lloverá esta tarde
-Dijiste que me invitarías un helado-dijo-no hagas promesas que no puedas cumplir.
-Sí y lo haré-dijo. Iban bajando por las escaleras, y un suave aire cálido pasó hacia ellos, mientras salían de la torre, a pesar de ser departamentos relativamente nuevos aún tenían ese aire sustancial de edificio vacío. Caminaban por la calle ya, cuando las primeras gotas comenzaron a caer, pero al rato aquellas pesadas nubes se alejaron.
-Oye...-dijo ella.
-Sí-dijo
-¿Por qué demorabas tanto allá arriba?
-Ah...eso-dijo él.
-No era nada.
-¿Cómo que no era nada?
-Era nada, en serio-dijo y luego ella se puso delante de él, sin dejarlo pasar.
-Dímelo, dijiste que me ibas a decir-insistió ella.
-En serio, no era nada.
-No me moveré de aquí, hasta que me digas.
-Por favor, no podemos sólo seguir.
-No.
-Aparte esta a punto de llover.
Despúes de tanto insistir y luego de aproximarse a la estación de Metro que quedaba cerca del departemento, se sentaron en una orilla, a pesar de estar a salvo de la lluvia, la gente pasaba y pasaba por ese condenado túnel.
-Mmm...por qué insistes tanto en aquello.
-tú dijiste que me dirías.
-Sabes...siempre terminas ganando-dijo él.
-Sí-dijo ella.
-Te acuerdas de esa vez en que...
-En qué...-interrumpió ella.
-...sí, eso mismo.
-Recuerdo que te fuiste ese día y nos dejaste a todos preocupados.
-Si es qué...ese día no había traído las pastillas y entonces.
-Las que encontre allá.
-Sí.
Le fue difícil tratar de contarle su sucedido ese día, sin revelar ciertos detalles que él prefirió ocultar, ese día tenían que quedarse para un café literario organizado por el colegio, fue tarde como a las seis, habían docenas de personas reunidas, entre alumnos, profesores y otros cuantos que querían ver el "espectáculo", la mayoría de los que estaban allí fueron por la recitación de poemas, entre ellos él, quien había escrito unos hace algún tiempo, para ser más preciso fue ella la que lo obligó a ir. Mientras se realizaba el café, luego de una pequeña introducción, él comenzó a actuar de manera rara, había olvidado sus pastillas, empezó a insultar sin razón y luego se fue precipitadamente dejando a más de algunos sorprendidos, él no era así, los que lo conocían sabían que no era el mismo, empezó a hablar solo, o más bien con alguien, termino corriendo hacia la estación de Metro y termino desapareciendo.
-Entonces qué es lo que tienes-dijo ella. Había empezado a llover, algunos de los recién llegados traían sus paraguas húmedos.
-Emm...te parecerá extraño-dijo-aún viniendo de mí.
-¿Qué cosa?
-Te pareceré un loco.
-No lo creo así-dijo ella, con cara extrañada.
-Dijiste que me acompañarías, lo harás-dijo él.
-Pero dime primero ésto.
-Verás...yo soy bipolar.
-¿Bipolar?, en serio, porque...
-Se que no se nota a simple vista, pero eso es por las pastillas.
-Y entonces lo del café, fue por...
-Sí-dijo, un poco desahogado.
-y, por qué no me lo habías dicho-dijo ella y poniendo una cara más o menos disgustada.
-Emm...no sé realmente-dijo-...pero no te enojes.
-Es qué...
-Espera ven-dijo él, ella se había levantado y había empezado a caminar hacia la salida.
-Espera, ven.
-

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