16 oct 2009

Fantasmas

Que aturdido estoy, no me acuerdo que hice después del choque, aún tengo el sabor de la cerveza en mi boca. tenía un reloj ¿Donde se ha ido?, la luz del día es demasiado brillante, mis lentes oscuros también se fueron. Ya nadie parece escucharme no prestarme atención, me cansé de buscar a ciegas entre tanta luz, mis llaves, no estan, parece que no me quieren dejar entrar, ando sin plata y es tarde pero no tengo sueño. Las luces de mi casa están encendidas, salto la reja, mi madre esta llorando y mi hermana también, no puedo tragarlo me largo, las micros no me paran ya es tarde y no tengo sueño, aún conservo un cigarro en mi bolsillo, le pido im encendedor a un hombre en las afueras de un pub, no sé cómo he llegado a Suecia, Santiago duerme, el hombre me ignora y se vam ¡Es terrible! parece como una película de Kubrick sigo vagando y curiosamente le pido un encendedor a un vago, este si me presta uno, dicen que estan locos, bueno sí pero este parece estarlo, me preguntó que hacía solo en la calle y me contó varias historias sobre la calle que la verdad me aburrieron, no le respondí y me fui. Encendí mi cigarillo estaba extrañamente frío, estaba todo oscuro aún, me recuerda aquellas historias de fantasmas que nos contaban cuando eramos chicos, esas pesadillas algunas veces no me dejaron dormir. A pesar que aún tengo ese sabor en la boca, quiero otra cerveza, me dirijo donde mis amigos, ninguno esta despierto y eso que hoy es Sábado, noche de carrete, ¿Es Sábado verdad? ayer fue Viernes, si ayer chocamos. Amanece, no se que horas serán, la luz llega, la gente despierta, el Metro se llena, no se como he llegado allí, el vagón esta lleno pero aún tengo frío, he estado dos días despierto, nadie pesca a nadie, Santiago seguía siendo el mismo. No tengo nada que hacer, voy donde mi polola, subo al cuarto piso. Los padres de ella venían bajando, espera, ella sólo vivía con su madre, que extraño, su cara parece estar triste, el padre se me acerca y me dice: "¿que mierda haces tú aquí?", era la primera vez que vivía a su padre, nunca tampoco me hablo de él. Los seguí parece que van a un funeral o a un hospital, debe ser el hospital, no están de negro. Nunca me gustaron los hospitales, y allí la veo, estaba en una camilla, está dormida y llena de vendas, que le habrá pasado ¡Dios mío!, el padre evita que me acerque a ella, la madre esta rezando arrodillada, la verdad nunca creí en ese dios ni en ningún otro, no puedo mirar más esto, camine por los pasillos, y me di cuenta que en la habitación contigua a la de ella estaba otro amigo malherido ¡Esto es demasiado!¡Maldición!, lo recuerdo, ellos había ido al carrete y ellos estaba en la camioneta el Viernes, ¡Mierda, todo esto es mi culpa!, alguien me habla detrás de mi, si esto es un sueño, depierta, despierta, ¡despierta!, "la culpa fue de todos", reconocí aquella voz, era mi mejor amigo, menos que me habló, tenía lágrimas en mis ojos, "¿qué día es hoy? le pregunté, me dijo que no importaba, que la culpa era de todos, que no me sintiera mal, que todo esta bien, no le entendí ni un carajo, fui donde ella, el padre me enfrentó, pero lo empujé, me dijo que por qué le hacía tanto daño a ella, la habitación se lleno de gritos, hacía frío, mucho, la madre seguía rezando como ignorando todo lo que ocurría en la habitacíón, tampoco ella escuchaba segía dormida, me apoye en sus pies, lloraba como nunca lo había, estoy arrepentido, dejare de beber, de fumar, despierta por favor despierta. Mi amigo y el padre se me acercaron encendieron la tele del cuarto, estaban dando 24 horas, era temprano, me sequé las lágrimas para ver mejor, no entendía, entonces mostraron en titulares, "tres jovenes mueren y dos permanecen hospitalizados, en accidente carretero", un silencio inundo la habitación, ya no lloraba, ví a la madre de ella, fue donde ella me sente a su lado, tome su mano sentí calor en ella, tenía sueño, me acosté al lado de ella, y poco a poco fui cerrando mis ojos.

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